En la ruta Traslatio, ese viaje introspectivo que sigue la estela del Apóstol Santiago, surge ante los ojos del viajero un conjunto arquitectónico cargado de historia: las Torres de Oeste en Catoira. Estas estructuras, más que piedras antiguas, son las narradoras de historias de batallas y leyendas, guardianes silenciosos de la entrada a Galicia por mar.
Un Paseo por la Historia
Las Torres de Oeste, erigidas en la Edad Media, han sido testigos de la riqueza histórica de Catoira, un punto estratégico para la defensa de las tierras gallegas. Su imponente presencia rememora los tiempos en que su misión era vigilar y proteger de los invasores normandos y sarracenos que ansiaban las riquezas del sepulcro del Apóstol.
Más que Piedra y Mortero
No es solo su arquitectura robusta y la belleza austera de sus ruinas lo que captura la atención; es el espíritu de resistencia y la fuerza que emanan. Caminar entre ellas es viajar en el tiempo, es escuchar el eco de los guerreros y sentir la determinación de un pueblo que defendió su tierra contra toda adversidad.
Un Espectáculo que Revive la Historia
Cada primer domingo de agosto, las Torres de Oeste cobran vida durante la Romería Vikinga, una fiesta que ha sido declarada de Interés Turístico Internacional. Los peregrinos que coincidan con esta fecha podrán disfrutar de una representación de los ataques vikingos, completada con barcos que surcan el río Ulla y guerreros que reviven las antiguas luchas.
Un Símbolo en la Ruta Marítima del Camino
Para los peregrinos modernos, las Torres de Oeste son un hito en su travesía, un lugar donde la ruta marítima y la terrestre se funden. Ofrecen una perspectiva única del Camino de Santiago, una que se enriquece con el sabor salado del mar y el relato de las piedras.
Reflexiones entre Ruinas
Mientras las torres se recortan contra el cielo gallego, ofrecen a los viajeros un espacio para la reflexión y el asombro. Se convierten en un punto de conexión con aquellos que, siglos atrás, emprendieron caminos similares, todos unidos por la búsqueda de fe, aventura o simplemente, de sí mismos.
Un Recuerdo para Llevar
Si estás caminando la ruta Traslatio, o navegando por ella, toma un momento para apreciar las Torres de Oeste. Haz una pausa, respira la historia y quizás, si escuchas con atención, podrás oír los susurros de los siglos pasados que te acompañarán hasta el final de tu jornada.
Las Torres de Oeste no son solo una parada obligatoria para la foto o el descanso, son un capítulo viviente de la historia de Galicia y del Camino de Santiago, una historia que ahora también es parte de la tuya. Que tu paso por Catoira sea tan enriquecedor como las muchas historias que las antiguas piedras tienen para contar. ¡Buen Camino!